¿Alguna vez has sentido que abarcas demasiado? El trabajo y la vida diaria son cada vez más exigentes y con la presencia ininterrumpida de la tecnología hoy en día, el límite entre el trabajo y nuestra vida personal se difumina cada vez más. Si le sumamos una gran cantidad de obligaciones y poco o ningún tiempo de relajarnos y calmarnos, no es una sorpresa que nos sintamos sobrecargados y terminemos con burnout.

¿Qué es el desgaste o burnout?

El desgaste o burnout es un estado de agotamiento emocional, mental y, a menudo, físico como resultado de un estrés prolongado o repetitivo. Aunque suele estar causado por el trabajo, también puede darse como resultado de la crianza o los cuidados.

Además de un trabajo frenético o asumir demasiadas responsabilidades, existen otros factores que pueden provocar este desgaste. Esto incluye cómo vives tu vida y cómo la ves.

Las señales clásicas de que tienes desgaste son:

  • Sentir agotamiento la mayor parte del tiempo.
  • Sentirte como una persona fracasada.
  • Enfermarte mucho.
  • Recurrir a hábitos poco saludables, como comida basura, drogas o alcohol, para enfrentar la vida.

Es una lástima, pero el burnout no desaparece solo y si no se trata puede conllevar afecciones crónicas como la depresión, la diabetes y las enfermedades cardíacas.

Ansiedad de alto funcionamiento y burnout

Alrededor de una de cada cinco personas sufre de alguna forma de ansiedad. Así que es probable que conozcas a una de ellas o quizá incluso esa persona eres tú. Muchas personas con ansiedad sufren de lo que se conoce como ansiedad de alto funcionamiento.

Alguien con ansiedad de alto funcionamiento puede manejar sus obligaciones laborales y relacionales. Sin embargo, su ansiedad le causa mucho dolor emocional. Así que es probable que no necesite hospitalización por su ansiedad, pero que esta le provoque suficiente malestar como para ver beneficios en alguna forma de terapia ambulatoria continua.

Las personas con ansiedad de alto funcionamiento tienen muchísimos síntomas que pueden terminar en desgaste o burnout, como una necesidad de mantenerse siempre ocupadas, tendencias perfeccionistas e incapacidad para decir que no. Así que los tratamientos para la ansiedad, como psicoterapia individual o grupal y medicamentos, no solo ayudan a que manejen su ansiedad, sino que también evita que sufran de burnout.

Cómo evitar el burnout

Ahora que sabes qué es el desgaste y lo perjudicial que puede ser, ¿cómo puedes evitarlo? Estas son mis cinco formas fáciles de aplicar para evitar el desgaste:

Gestiona tus emociones

La vida está llena de situaciones difíciles emocionalmente. Por ejemplo, intentar competir con los vecinos, la presión de tener una vida y trabajo exitosos, y el deseo innato de mantener buenas relaciones personales y una vida laboral satisfactoria. No debería sorprendernos que experimentemos un cúmulo de emociones y muchos terminemos sintiendo burnout.

Sin embargo, desde pequeños, nos enseñan a contener y evitar nuestras emociones en lugar de trabajar con ellas. Esto termina en los mecanismos de afrontamiento que son tan frecuentes, como beber alcohol, abusar de medicamentos recetados o usar drogas recreativas y estar pegados a las pantallas, con la intención de reprimir lo que sentimos.

Sin embargo, contener las emociones no es bueno para nosotros, de hecho, los síntomas como la ansiedad y la depresión podrían ser el resultado de intentarlo. Esto se debe a que cuando intentamos contener las emociones, nos causamos estrés emocional y físico. Esto no solo provoca problemas emocionales, sino también físicos, como enfermedades cardiovasculares, alteraciones intestinales, dolores de cabeza y enfermedades autoinmunes.

Podemos aprender cómo gestionar nuestras emociones mediante la práctica de la meditación basada en atención plena. La práctica del mindful framing te enseña a crear un esquema mental para identificar y estar en presencia de tus emociones, sentirlas profundamente y dejarlas que pasen por sí mismas, como hacen todas las emociones al final.

Acepta el aprendizaje para toda la vida

Un trabajo monótono, en el que tenemos poco control y que no está en línea con nuestro propósito vital o en el que no nos sentimos valorados, puede dar como resultado un desgaste ocupacional o burnout. No obstante, puedes tomar el control de tu trayectoria profesional al encontrar oportunidades para aprender y prepararte para un futuro mejor.

Al aceptar el aprendizaje para toda la vida, tendrás más control de tu trayectoria profesional. Esto se debe a que a medida que aprendes nuevas habilidades, avanzarás en tu carrera o incluso puedes cambiar de camino si es necesario. Aprender también te ayuda a adaptarte mejor al cambio, lo que es una fuente de estrés para muchas personas.

Esto contribuirá a que seas más resiliente cuando un proyecto no termina, cuando tu empresa cambia de opinión o si el trabajo cambia. Tener una mentalidad de aprendiz te ayudará a capear la tormenta, que es una constante en los entornos laborales de hoy en día.

Ten un pasatiempo

Una de las mejores formas de evitar el desgaste o burnout es tener un pasatiempo que te permita descubrir tu lado creativo. Concentrarte en un pasatiempo que realmente te entusiasme le da a tu mente un descanso de los factores estresantes del día a día.

Lo ideal sería que disfrutaras de algún pasatiempo que no tuviera nada que ver con el trabajo o lo que te estresa. También es recomendable que el pasatiempo no tenga fecha límite ni reglas para que tu mente se recupere.

El pasatiempo que elijas dependerá de tus intereses. Si te gusta escribir, quizá puedes escribir una historia corta o una autobiografía. Si quieres trabajar con tus manos, hacer jardinería puede ser una buena opción.

Practicar un pasatiempo es una forma excelente de ampliar tus objetivos de aprendizaje para toda la vida. Al participar en algo con sentido para ti y aprenderlo poco a poco, cultivas un sentido de valor propio y competencia que puede hacerte falta en otras áreas de la vida.

Sigue una alimentación equilibrada

Cuando estamos bajo mucho estrés, los buenos hábitos alimenticios suelen ser lo primero que dejamos de lado. Sin embargo, seguir una alimentación equilibrada es aún más importante cuando estamos estresados. Eso se debe a que lo que comes puede afectar significativamente tu estado de ánimo y energía a lo largo del día e influir en el burnout.

Por ejemplo, si sientes mucho estrés, quizá recurras a las comidas que te hacen sentir bien como las patatas fritas, los postres o las bolsas de patatas. Los carbohidratos nos dan una subida de azúcar seguida, inevitablemente, de un bajón en el que se verán afectados nuestro estado de ánimo y energía. En lugar de buscar alimentos ricos en carbohidratos refinados, necesitas dar prioridad a alimentos con bajo índice glicémico, que son alimentos que te dan un flujo continuo de energía. Esto incluye alimentos ricos en fibra, como frutas, hortalizas y legumbres.

También es recomendable que aumentes el consumo de alimentos que contengan ácidos grasos omega 3. Los ácidos omega 3 son grasas que te ayudan a potenciar la mente y que se encuentran en alimentos como pescados grasos (atún, salmón o sardinas), linaza y nueces. Prueba a repartir estos alimentos a lo largo de tu día. Por ejemplo, para el desayuno come avena espolvoreada con linaza. En el almuerzo come una ensalada con nueces y de cena salmón con hortalizas. ¡O prueba el ayuno intermitente!

Duerme lo suficiente

No dormir lo suficiente es uno de los factores de riesgo principales que predicen el desgaste o burnout, así que es necesario que duermas bastante. La cantidad de sueño necesaria es diferente en cada persona, pero, en general, deberías dormir entre siete y nueve horas diarias. Debes llegar al punto en que al despertarte sientas que has descansado y que estés alerta la mayor parte del día. Al dormir lo suficiente, tu estado de ánimo mejorará y reducirás aún más los síntomas asociados con el desgaste o burnout.

Si quieres dormir suficiente tiempo, es importante que minimices las distracciones que te impiden conciliar y mantener el sueño. Por ejemplo, limitar la exposición a la luz azul proveniente de dispositivos como televisores, portátiles, tablets y teléfonos. Eso se debe a que la luz azul disminuye la producción de melatonina, nuestra hormona del sueño.

También te debes asegurar de dormir en un colchón cómodo para que no estés dando vueltas en la cama toda la noche. Asimismo, es recomendable que uses una ropa de dormir cómoda para que no tengas tanto calor ni tanto frío que el sueño se vea afectado. Si duermes lo suficiente, podrás manejar mejor el estrés cotidiano.

La vida puede ser bastante estresante y cuando te sientes así, tienes más tendencia a sufrir desgaste o burnout. El burnout tiene consecuencias graves que afectan tu salud emocional y física. Al aprender cómo evitar que aparezca en primer lugar, estás creando una base muy sólida sobre la que podrás vivir la mejor versión de tu vida.

Entradas recomendadas