atención del cáncer

¿Por qué los enfermos de cáncer tienen que pasar por dificultades económicas a pesar de sus grandes contribuciones a la atención del cáncer? ¿Por qué las familias tienen que sufrir penurias económicas mientras cuidan de los soldados en primera línea de combate de la batalla contra el cáncer?

Aunque el progreso es muy alentador, el cáncer seguirá siendo una de las principales causas de muerte en países desarrollados. Sabemos cómo evitar algunos tipos y podemos curar muchos otros en etapas iniciales. Sin embargo, todavía no podemos derrotar los que están más avanzados y solo nos es posible ampliar la supervivencia en unos pocos meses o años.

Un derecho humano

En la Constitución de 1946 de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se declaró que el «el goce del grado máximo de salud que se pueda lograr es uno de los derechos fundamentales de todo ser humano». La Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas de 1948 afirma que: «Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial […] la asistencia médica y los servicios sociales necesarios».

Si se aplican estos derechos a la atención del cáncer, cada ser humano debería tener acceso a descubrimientos clave de prevención, detección temprana y manejo del cáncer. Si esta es una guerra, necesitamos tener comandantes y soldados unidos con un mismo fin, que coordinen los esfuerzos y se apoyen los unos a otros.

Un derecho económico

Los gastos de la atención del cáncer son sorprendentes. Cuando se necesitan varios procedimientos y tratamientos caros para el cáncer en un período breve, el resultado más frecuente son los problemas económicos y la bancarrota por razones médicas.

Los enfermos de cáncer deberían ser compensados equitativamente por ser el centro de la llamada «revolución de la salud digital». Cada uno de estos pacientes combina registros médicos electrónicos, genómica y datos demográficos; y es una fuente formidable de conocimiento científico y médico. Como el grupo más vulnerable y menos organizado, la sociedad debería reconocer y recompensar con contribuciones económicas a los enfermos de cáncer.

Un derecho de atención de salud

No sería posible progresar en materia de cáncer sin enfermos que participen en ensayos clínicos y registros de cáncer, para lo que posiblemente sacrifiquen su vida o soporten efectos secundarios graves. Compartir datos, integrar y colaborar requiere confianza y mejor comunicación, así como un marco legal que defina los derechos y deberes de atención de salud para cada agente implicado.

El cáncer no es solo una enfermedad. Es una peste que puede incapacitar a personas, familias y redes sociales. Con el tiempo, el no abordar esta enfermedad en su núcleo, el enfermo de cáncer, dará como resultado una sociedad más frágil.

¿Qué pasaría por tu mente si te dijeran hoy que tienes leucemia y que tu expectativa de vida es de dos años? ¿No pensarías en el impacto de la incapacidad laboral, el cuidado familiar, el incremento de los deducibles del seguro y los gastos de bolsillo significativos? ¿No sentirías más tranquilidad si a ti y a tu familia se les prometiera una red de seguridad económica a cambio de su contribución al avance del conocimiento médico y científico?

Una ley de atención del cáncer sería un acto justo de solidaridad humana.

El Dr. Oscar Segurado, MD, PhD, director de Medic Affairs Consulting LLC, cuenta con una amplia experiencia global que abarca la oncología, la inmunología y la biología molecular en ámbitos académicos e industriales.

www.medicaffairs.com

Este es un fragmento de un artículo que se publicó originalmente en The Hill el 10 de mayo de 2017

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