¿Sientes que tu vida va demasiado rápido? Si te sientes con el agua hasta el cuello con tu lista de cosas pendientes, no eres el único.

Es muy fácil verse arrastrado por la velocidad de los asuntos del día a día y que ya no te sientas al mando. Pero hay esperanza. Descubramos las 6 claves tras la mentalidad de los líderes creativos y productivos.

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Ser consciente

Un sinnúmero de estudios revisados por pares, autores destacados y enseñanzas de culturas ancestrales muestran que estar plenamente atento y consciente de los pensamientos y situaciones estresantes es un elemento clave de la vida creativa y productiva. 

En 2017, la Asociación Americana de Psicología llevó a cabo una encuesta sobre estrés y encontró que los estresores más usuales para los estadounidenses eran la política, el dinero y el trabajo. Lograr identificar los estresores internos y externos de tu estrés es esencial para conseguir un bienestar mental, emocional y físico.

Puede que la conciencia plena no sea una píldora mágica que vaya a optimizar tu vida de una sola vez, pero con tiempo y un estilo de vida autorreflexivo y con atención plena, puedes alterar los rasgos esenciales de tu personalidad.

Ser contextual

La vida es complicada. Vivimos en un mundo interconectado y que cambia rápidamente. Al evaluar cualquier pensamiento o experiencia, tenemos que tener en cuenta el contexto social, cultural y político. El contexto significa que debemos dar un paso atrás y observarnos a nosotros mismos y a nuestro alrededor dentro de nuestro ambiente; cosas como nuestros cambios de humor, lugar de trabajo o dinámica familiar.

No es una propuesta sencilla, pero lograr ver las cosas en perspectiva es una forma indiscutiblemente vital de domesticar nuestros pensamientos y suscitar calma. Nuestra era moderna nos pide una forma de pensar diferente, que no era necesariamente relevante hace tan solo unas décadas.

Para conseguir esta perspectiva situacional, necesitamos un esquema mental que podamos llevar con nosotros en todo momento: una forma práctica de vernos a nosotros mismos en tercera persona. Un enfoque es el mindful framing, donde tú te visualizas como el director, productor y escritor de tu propia vida. En lugar de terminar atrapado en el lodazal de la ansiedad, puedes usar el ojo de tu mente para verte a ti mismo en un estudio de cine, en el contexto de tus propios pensamientos y tu propio ambiente.

Estar aquí para ti mismo

No importa que elijas soñar despierto, ser creativo, tener conciencia plena, socializar, trabajar o relajarte, porque una cosa siempre permanece: tú.

Asegúrate de que en cada momento TÚ estés al mando y de que no eres una marioneta o un robot sin conciencia. Debes invertir tiempo de calidad en autorreflexionar. Encuentra un poco de soledad al evitar actividades pasivas como ver series, navegar por fuentes de noticias y abusar de las redes sociales.

Pasa tiempo contigo mismo, en silencio, sin hacer “nada”. Pero ten cuidado, tu mente intentará apoderarse y llevarte hacia pensamientos estresantes, evítalos siendo consciente y evaluando el contexto del momento. Con el tiempo, tu mente empezará a darte ideas creativas y una sensación de calma esencial para sobrellevar los desafíos del día a día.

Estar allí para otros

A menudo, creemos que entre más hagamos por otros, mejor. Incluso podemos relacionar lo que hacemos con nuestro valor social inherente. Lamentablemente, la búsqueda eterna del dominio de interacciones superficiales crea frustración y confusión.

El solo estar allí, abierto y disponible para otros, ya proporciona un inmenso apoyo. Las personas notan inmediatamente nuestro estatus social y pistas esenciales sobre nuestra actitud. Seamos auténticos, estemos presentes en el momento y mostremos empatía.

Por ejemplo, piensa en un nuevo trabajo. Al principio de tu nuevo papel, inevitablemente te costará seguirle el ritmo a las diferentes tareas. Podrías pasar todo el día respondiendo cada correo electrónico que entre a tu bandeja de entrada o podrías pasar el día aprendiendo sobre la cultura de la compañía. Identifica cómo los individuos y equipos, sus personalidades y redes, están dirigiendo los flujos de trabajo.

En lugar de hojear por encima una gran cantidad de compromisos superficiales, puedes ser más eficaz al centrarte en unas cuantas interacciones en profundidad.

Estar en un estado de flujo

Si te dan la opción, ¿preferirías recibir una terapia de electroshock o estar solo con tus pensamientos?

Puede sonar como una pregunta tonta, pero un estudio llevado a cabo por la Universidad de Virginia descubrió que los participantes preferían someterse a choques eléctricos que tener que lidiar con sus mentes.

Cuando eliminamos las distracciones y buscamos tiempo para una tarea de atención plena, ya sea trabajo u ocio, el tiempo pasa mucho más rápido y somos mucho más productivos. Estamos en un estado de flujo.

En su superventas, Fluir, el psicólogo Mihaly Csikszentmihalyi observó que para lograr el estado de flujo se requieren las cinco C del pensamiento fluido:

  • Metas claras.
  • Centrarte en la tarea actual.
  • Elegir las oportunidades correctas.
  • Compromiso.
  • Competir contigo mismo.

No tener estrés

Puede parecer más natural evitar el estrés con distracciones del trabajo, ocio e interacciones digitales o sociales que enfrentándonos a nuestros pensamientos. Y de alguna forma, no es nuestra culpa que parezca así. Tiende a haber una cultura de la productividad y la hiperactividad que nos dice que evitemos el aburrimiento a toda costa.

Incluso podemos pensar que no hacer nada es de ociosos y no es productivo. Pero no hay nada más lejos de la verdad.

¿Alguna vez has notado que te sientes con la mente más clara después de unas vacaciones? Pues nuestro cerebro necesita vacaciones diariamente, no solo unas cuantas semanas al año. Manfred Kets De Vries, un profesor en INSEAD sobre liderazgo, explica que darle un tiempo de “inactividad” a nuestro cerebro nos permite mejorar la salud mental, incubar nuevas ideas y reducir el estrés.

Nuestro mundo se mueve a velocidades vertiginosas y en algunos sentidos, no hay nada negativo en una dosis sana de un ritmo rápido de vida. Pero tener el cuidado de darnos tiempo de inactividad a lo largo del día mientras mantenemos momentos de mayor energía productiva genera mejores resultados que una presión constante en el trabajo.

Al aprender y practicar cómo activar estos 6 cambios de mentalidad, entrenarás tu mente para relajarse y aclarar tu proceso de pensamiento. Estás entrando en un nuevo espacio mental; te estás convirtiendo en el líder temerario de tu mente.

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